Salud y Vida

Pastillas Para Perder Peso?

Las ventajas y desventajas de las píldoras de pérdida de peso



las ventajas de las píldoras de perdida de peso

Píldoras de pérdida de peso tiene sus pros y sus ventajas esta a las píldoras de pérdida de peso han ayudado a la desesperada obesos o aquellos que quieran arrojar fuera de unas pocas libras. Bajo la supervisión de un médico, esta opción siempre tiene éxito.

Es prudente para aquellos que buscan opciones de pérdida de peso para buscar la ayuda de un profesional médico porque las píldoras de pérdida de peso pueden representar un riesgo para la salud de las personas. Para repetir, hay varios factores que conducen a la obesidad y las personas que toman estas píldoras deben tener un certificado de buena salud antes de tomar cualquiera de estos. Un médico puede prescribir las mejores píldoras de pérdida de peso adecuados para una determinada condición médica y fisiológica.

Consecuencias que causa el consumo de estos productos

  • Diarreas
  • Difícil control de las evacuaciones
  • Heces grasosas
  • Mala absorción y deficiencias de vitaminas
  • Malestar y dolor al evacuar
  • Malestar abdominal
  • Flatulencias

Al terminar el tratamiento de pastillas adelgazantes que inhiben la absorción de grasa, el rebote es inminente ya que al momento de dejarlas, el cuerpo responde absorbiendo un porcentaje mayor de grasa y provocando un aumento de peso igual o mayor a lo ya perdido.

Otro de los fármacos para el control de peso que existen son los supresores del apetito, los cuales actúan directamente con procesos metabólicos y hormonales para saciar a la persona. Dicho supresores también causan consecuencias negativas en el organismo.

            Llevemos una alimentación balanceada

     En la actualidad no hay un alimento en específico que nos ayude a mantener o cuidar nuestro peso. El conjunto de alimentos es lo que logra un buen y óptimo funcionamiento del organismo, por consecuencia un metabolismo saludable y con esto mantener un peso saludable.

Lo importante es preferir alimentos naturales y no procesados, como las frutas y verduras frescas y carnes magras. Asimismo, evitar los alimentos muy azucarados, con mucho sodio y alto contenido de grasa, por ejemplo: postres, galletas, sodas, empanizados, comida frita y comida rápida.