Policiales y Judiciales

Primera celebración de la Virgen de la Merced en la cárcel de Minga

La jornada estuvo marcada por cantos, procesión simbólica, misa solemne, gestos de generosidad y una profunda emoción compartida.



Por primera vez, 800 personas privadas de libertad del Centro Penitenciario de Minga Guazú administrado por el Ministerio de Justicia, celebraron la festividad de Nuestra Señora de la Merced, patrona de quienes viven en contexto de encierro. La jornada estuvo marcada por cantos, procesión simbólica, misa solemne, gestos de generosidad y una profunda emoción compartida.

La celebración comenzó con una Santa Misa presidida por Monseñor Pedro Collar, Obispo de Ciudad del Este, y concelebrada por el capellán penitenciario, padre Ecar Kleide. Los internos se confesaron y tomaron la comunión, participando activamente con cantos, lecturas y oraciones, acompañados por el Coro de la Iglesia Santa Ana y por sus propios compañeros.

La imagen de la Virgen recorrió simbólicamente los módulos del penal, en una procesión que tocó corazones. Se compartió un almuerzo y una merienda fraterna, organizada por la Pastoral Penitenciaria con apoyo de familiares, voluntarios y funcionarios. El Módulo 3 recibió el acompañamiento de la Organización «Rehabilitación de Marginados» – REMAR, y el Módulo 7 fue acompañado por los Capellanes Penitenciarios “Luz y Vida Tras las Rejas”.

Uno de los momentos más esperados fue la llegada de una torta de 220 cm de largo, donada por un comerciante devoto, que fue compartida entre todos los módulos como símbolo de unidad, fe y esperanza.

Esta primera celebración en Minga Guazú marca un antes y un después en la vida espiritual del penal, que se perfila como un gran centro de reinserción social en Paraguay. Porque cuando la fe se encuentra con la oportunidad, la esperanza florece incluso tras los muros.