Policiales y Judiciales

Condenan a 22 años de cárcel a hombre que mató a golpes a su expareja

Mediante amenazas, la obligó a subir al auto y la trasladó hasta una zona rural de Minga Porã, donde la golpeó brutalmente en la cabeza, causándole la muerte. 



El agente fiscal Fidel Godoy logró una condena de 22 años de pena privativa de libertad para Mario Martínez Vera, un hombre que en 2016 asesinó a su expareja y permaneció prófugo durante ocho años, declarado en rebeldía. 

El tribunal que emitió el fallo, compuesto por los jueces Emilia Santos, Milciades Ovelar y Flavia Lorena Recalde, encontró al acusado culpable de homicidio doloso agravado, conforme al artículo 105, inciso 2º, numeral 1º, de la Ley 3440/08 vigente en el momento del crimen.

Los hechos se remontan al 30 de abril de 2016, cuando Martínez Vera, a bordo de su vehículo Nissan, modelo Serena, interceptó a la mujer en San Alberto, mientras ella se dirigía al mercado. Mediante amenazas, la obligó a subir al auto y la trasladó hasta una zona rural de Minga Porã, donde la golpeó brutalmente en la cabeza, causándole la muerte. 

El cuerpo sin vida de la mujer fue encontrado dos días después, el 2 de mayo de 2016, en una plantación de soja en la colonia 5ta. Línea, cerca del límite con el distrito de San Alberto. Según el médico forense interviniente, el Dr. Eric Hugo Zapata, la muerte se produjo por "traumatismo cráneo encefálico gravísimo con hundimiento y fractura de huesos temporal y parietooccipital, producido por elemento contundente".

Según los antecedentes, Martínez Vera y Jara González habían mantenido una relación de más de ocho años, de la cual nació un hijo, que en el momento del homicidio tenía 5 años. Tras la ruptura, el hombre comenzó una nueva relación con una joven de 15 años, mientras que la víctima también había iniciado una relación con otra persona. Sin embargo, el acusado no aceptaba la separación y comenzó a hostigar a su expareja, quien rechazó sus intentos de reconciliación.

Durante el juicio, la Fiscalía presentó diversas pruebas documentales y testimoniales que confirmaron la culpabilidad de Martínez Vera. Entre las pruebas más relevantes se incluyó la prenda de vestir de la víctima encontrada en el inquilinato donde residía el acusado. 

Además, se comprobó que Martínez Vera huyó del lugar tras el hallazgo del cadáver y se llevó consigo al hijo menor.  El tribunal consideró estos hechos como elementos claves para dictar la condena. Al igual que la persistente violencia y el hostigamiento hacia la mujer, sumados a su fuga.