Alumno de 10 años sufrió fractura al ser agredido por su compañero
Sucedió en la Escuela Eugenio Alejandrino Garay.
Un alumno de 10 años de la Escuela Eugenio Alejandrino Garay N°1530, situada sobre la avenida Amado Benítez, a metros de la rotonda del Área 1, sufrió una fractura de los dos huesos de una de sus rodillas tras recibir un puntapié por parte de su compañero de aula. Sucedió durante la clase de Educación Física, el viernes. Lo más grave del caso es que ni el director de la institución, Roberto Flecha, ni el profesor de Educación Física asistieron al pequeño llevándolo a un centro asistencial, pese a que lloraba de dolor, según lamentó la madre.
De acuerdo con el relato que hizo el niño a su madre, todo sucedió cuando estaban jugando fútbol en clase de Educación Física, cuando un pelotazo fue a dar por accidente al brazo de su compañero, quien se enfadó y se dirigió a él y le dio un puntapié a la altura de la rodilla. De acuerdo con los datos, no sería la primera vez que el niño es agredido, ya que suele recibir insultos por parte e su colega de clase.
La mujer lamentó que, tanto el profesor de dicha materia como el director, minimizaron el hecho. “Le mandaron hacer flexiones, le decían que no pasó nada que solo estaban jugando, mientras mi hijo lloraba de dolor”, expresó la mujer.
El menor salió llorando y rengueando de la cancha, y se dirigió al portón para ir a su casa, cuando lo vio la madre de una de sus compañeras, lo subió a su vehículo y lo llevó a su casa, conforme a lo que manifestó la progenitora del niño afectado.
En seguida, la madre llevó a su hijo al hospital y se constató que dos de los huesos de la rodilla estaban fracturados, por lo que tuvieron que enyesarle la pierna.
“Lo más grave es que ni el profesor ni el director le llevaron al hospital, ni siquiera se molestaron en llamarme por teléfono o enviarme un mensaje para avisar lo que había pasado. Le mandaron a pie a su casa, cuando no podía caminar por la lesión. Es una irresponsabilidad terrible”, cuestionó.
Indicó que cuando fue a reclamar al director lo ocurrido, este dijo que le había informado lo ocurrido a su prima (una menor de 14 años que acude a la misma institución educativo).
Se radicó denuncia ante la Subcomisaría N 3 del barrio Santa Ana.
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