Ciudad del Este

“5 segundos más tarde y mi hijo estaría todavía vivo”

Familiares y allegados de Samuel piden justicia y que la carátula sea modificada a homicidio doloso.



Pese a la lluvia que cae este miércoles en Ciudad del Este, familiares y allegados del pequeño Samuel (11), quien falleció este domingo tras ser arrollado por un vehículo que corría de otro accidente sobre la Avda. San José, se manifestaron frente a la sede del juzgado para exigir el cambio de la imputación contra Lucas Gabriel González Leiva (20), de homicidio culposo a doloso.

Durante la movilización, madre del pequeño, Sonia, habló con los medios de prensa y comentó sobre la fatídica noche del domingo.

“El 14 me recibí de ingeniera agrónoma. Estábamos festejando eso. Mi hijo me decía “hola ingeniera”, estaba muy orgulloso. El domingo estábamos festejando el cumpleaños de su prima, a la noche fuimos a la hamburguesería de mi tía para buscar a mi mamá y cenar”, inició.

Cerca de las 21:00 ya se disponían a abandonar del lugar y caminaban hacia el vehículo que dejaron estacionado a unos metros. “Mi mamá vino de Caazapá y estaba con mi hijo y mi hija. Escuché que frenó y luego ya vi a mi mamá y mi hija en el piso. A mi hijo le tiró por unos metros”, siguió relatando.

Inmediatamente se alertó a los Bomberos Voluntarios sobre lo ocurrido para que puedan asistir a los lesionados, pero para el menor ya era tarde. “Yo tenía la esperanza de que vinieran los bomberos, le tomen el pulso y siga vivo, pero no dio tiempo ni de eso”, lamentó.

“Si fuese 5 segundos más tarde, mi hijo estaría vivo todavía. No me voy a cansar hasta que se haga justica para mi hijo. No tengo palabras para él (Lucas Gabriel), solo que se vaya a la cárcel”, finalizó.

FINGIÓ DESVANECERSE

El señor Obdulio, padre de Samuel, recordó que hace dos semanas comenzaron una rutina de peloteo en una cancha cercana a su casa, ya que el pequeño le aconsejó que “para recuperar mi rodilla tengo que bajar de peso. Ahora ya no tengo compañero de fútbol”, lamentó.

Sobre la noche fatídica indicó que “estuve a dos metros de mi hijo. Yo le alcé en el momento, le moví dos metros pero ya no se movía y no perdía mucha sangre”.

En medio del dolor por lo ocurrido, Obdulio tomó su celular para fotografíar al conductor del automóvil y expresó que fingió haberse desvanecido. “Él se puso su tapabocas cuando fui a sacarle la foto y después se hizo el desvanecido. Según los testigos había rastros de vino”, acotó.