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7 frases con las que recordar a Stephen Hawking

El genio de la astrofísica, ha fallecido en su casa de Cambridge a los 76 años



El físico británico Stephen Hawking, el científico que explicó el universo desde una silla de ruedas y acercó las estrellas a millones de personas alrededor del mundo, ha fallecido esta madrugada en su casa de Cambridge, a los 76 años.

 

7 frases con las que recordar a Stephen Hawking, el genio de la astrofísica

1. "Dios no creó el universo"

Hawking aludía a la creación espontánea del universo y acababa de un plumazo con las teorías creacionistas. Dios, desde luego no entraba en la ecuación como bien demostró en su carrera este físico al ser uno de los principales desarrolladores de la teoría del Big Bang.

2. "La humanidad debe evitar el contacto con los extraterrestres"

Hawking estaba convencido de que «si los extraterrestres nos llegan a visitar, creo que el resultado sería muy parecido a como cuando Cristóbal Colón llegó a América, lo que no terminó muy bien para los indígenas».

3. "O la humanidad coloniza el espacio o desaparece"

Hawking sostenía que la humanidad haría inhabitable la tierra en apenas mil años por lo que necesitaría buscar otras vías de supervivencia. Para el astrofísico, colonizar el espacio será esencial para que la raza humana sobreviva.

4. "No le tengo miedo a la muerte, pero tampoco tengo prisa en morir. Tengo tantas cosas por hacer antes"

A Hawking se le diagnosticó ELA -Esclerosis Lateral Amiotrófica- en 1963 y los médicos le dieron dos o tres años de vida. Sin embargo y aunque la enfermedad siguió avanzando hasta dejarle prácticamente inmovilizado y dejándole sin la capacidad de hablar, el físico ha podido disfrutar de una carrera larga en el mundo de la ciencia y ha fallecido con 76 años, lo que no deja lugar a dudas de que ha aprovechado el tiempo.

5. "La próxima vez que hablen con alguien que niegue la existencia del cambio climático, díganle que haga un viaje a Venus. Yo me haré cargo de los gastos"

Hawking era un ferviente defensor de la existencia del cambio climático y esta es una de sus afirmaciones más famosas.

6. "La vida sería trágica si no fuera graciosa"

Además, el físico británico era conocido por su humor y su socarronería, presente en algunas de sus afirmaciones. La importancia del humor era clave hasta para un genio de la ciencia.

7. "Las mujeres son un absoluto misterio"

Casado y divorciado en dos ocasiones, Hawking no tuvo tanta fortuna en el amor como en su vida profesional.

 

Un poco más de su historia

Stephen William Hawking nació en Oxford el 8 de enero de 1942, el mayor de los cuatro hijos del prestigioso biólogo Frank Hawking y de Isobel Walker, que había llegado a la ciudad universitaria huyendo de los bombardeos alemanes sobre Londres. Su infancia estaría marcada por la vida bohemia de una familia cuyo coche familiar era un clásico taxi negro londinense.

Stephen fue un estudiante mediocre en St Albans, Londres, pero su brillantez fue reconocida por sus compañeros que lo apodaron "Einstein" por su facilidad para comprender la ciencia. Se matriculó en matemáticas y física en Oxford en 1959, estudios que encontró tan fáciles que, según él mismo calculó, sacó adelante con solo mil horas de estudio: una al día.

A los 22 años le fue diagnosticada una esclerosis lateral amiotrófica, ELA, y los médicos le dieron solo dos años de vida. Pero vivió 54 años más.

Solo la cosmología capturó de verdad su interés, pues lidiaba con la gran pregunta del origen del universo. A ella dedicó sus estudios de posgrado en la universidad de Cambridge, a la que ha seguido vinculado hasta el final. Allí empezaron a agudizarse los síntomas que ya había detectado en Oxford –dificultad a hablar o, por ejemplo, al atarse los cordones de los zapatos- y en 1963, un año después de licenciarse, se le diagnosticó la enfermedad.

Pasó los siguientes dos años más dedicado a escuchar a Wagner, leer ciencia ficción y beber, que a investigar. Cuando la enfermedad pareció estabilizarse regresó con entusiasmo a la investigación.

La enfermedad le dejó en una silla de ruedas e incapaz de hablar sin la ayuda de un sintetizador de voz. Redujo el control de su cuerpo a la flexión de un dedo y el movimiento de los ojos. Su apabullante intelecto, su intuición, su fuerza y su sentido del humor, combinados con una destructiva enfermedad, convirtieron a Hawking en símbolo de las infinitas posibilidades de la mente humana, y de su insaciable curiosidad.

"Aunque había una nube sobre mi futuro, encontré, para mi sorpresa, que disfrutaba más de la vida en el presente de lo que la había disfrutado nunca", dijo en una ocasión. "Mi objetivo es simple. Es un completo conocimiento del universo, por qué es como es y por qué existe".