Policiales y Judiciales

Sigue prófugo hombre que golpeó e intentó matar a su expareja

Fiscal imputó al joven y solicitó se declare su rebeldía. Se trata de Luis Fernando López Toledo, sospechoso de haber golpeado y amenazado a su exnovia.



El fiscal Demetrio Bareiro imputó a un joven por los supuestos hechos punibles de violencia familiar y tentativa de feminicidio. Además, solicitó al Juzgado que declare su rebeldía, considerando que el sospechoso se encuentra prófugo de la Justicia. El imputado es Luis Fernando López Toledo (21), con último domicilio en el barrio Dios Padre Misericordioso de Presidente Franco. El mismo, en caso de ser hallado culpable, se expone a una pena privativa de libertad de hasta 30 años.

Según la investigación, el acusado habría llevado a cabo una persecución sistemática y maltrato durante aproximadamente 6 meses contra la víctima, identificada con las iniciales M.F.G. La misma había decidido poner fin a la relación debido a los actos de violencia que sufría por parte del agresor. Pero el sospechoso no aceptaba la ruptura y en repetidas ocasiones agredió y amenazó de muerte a la joven. Además, le advirtió que quemaría su casa con ella y sus familiares adentro.

La última agresión y la tentativa de feminicidio ocurrieron el 6 de julio pasado, en horas de la noche. En ese momento, el sospechoso interceptó a la mujer en la calle después de bajarse de un vehículo y la golpeó repetidamente en el rostro, ocasionándole lesiones. Luego, la llevó arrastrando a su casa, donde continuó golpeándola. Incluso, intentó presuntamente estrangularla mientras la sujetaba con un cuchillo y un destornillador. Posteriormente, la víctima intentó escapar, pero el agresor la retuvo y la obligó a subir a la fuerza a una motocicleta, llevándola hasta el río Monday. 

Allí, López Toledo presumiblemente amenazó con matar a la víctima y arrojar su cuerpo al agua. También advirtió que mataría a su hijo de 2 años y luego se suicidaría. Sin embargo, en un descuido, la joven logró escapar y buscar ayuda en una casa ajena, donde pasó la noche y pudo salvar su vida. El agresor, que desde ese momento desapareció, tiene denuncias y procesos anteriores por violencia familiar, además de una prohibición de acercarse a la víctima, la cual había transgredido.