Policiales y Judiciales

Hoy darían sentencia a supuesto feminicida de adolescente de 17 años

Durante el juicio que inició el pasado 1 de marzo, testigos y videos del circuito cerrado, mostraron cómo ocurrieron los hechos.



Hoy se daría a conocer la sentencia para el presunto feminicida, Anderson González Ocampos, quien enfrenta un juicio oral y público por ser el principal sospechoso del asesinato de Antonia Noemí Sosa Gómez de apenas 17 años, con quien habría mantenido una relación sentimental. El acusado habría sido motivado por los celos. El crimen ocurrió el pasado 20 de agosto del 2021, en el km 13 Monday de Minga Guazú, en un comedor.

Este miércoles se darán a conocer los alegatos finales y el Tribunal, compuesto por Emilia Santos Ávalos (presidente), Milciades Ovelar y Flavia Recalde (miembros), podría dar a conocer su veredicto.

El juicio inició el pasado 1 de marzo, con la declaración de testigos. Ayer, se exhibieron las pruebas documentales, entre ellas el video del circuito cerrado que muestra los últimos minutos de vida de la adolescente.

El hecho ocurrió aproximadamente a las 21:30, cuando la joven se encontraba sentada en el comedor que da a la vereda, con el celular en la mano, realizando una videollamada grupal con una amiga y un amigo - ambos fueron testigos ya declararon sobre la relación sentimental que mantenían y lo que escucharon mediante el audio de la videollamada – cuando en un momento llega Anderson a la vivienda e intenta ver la pantalla del celular de la adolescente.

En ese momento inicia un forcejeo por el celular, por algunos segundos, ya que Antonia Noemí no permite que este vea su teléfono.  Para esto, la joven ya se había puesto de pie, e intentaba evadir y alejarse de Anderson. Posteriormente, este le da una palmada en la nalga a la víctima. Visiblemente ofuscado y alterado, el joven apunta con el dedo índice a la adolescente, y le hace una seña de amenaza. Allí el sospechoso ingresa a la vivienda y luego se lo ve saliendo nuevamente y colocando un arma de fuego en la cintura, en la parte de atrás.

En otra toma, se ve que al acusado acercarse nuevamente a la ahora fallecida, quien ya se había sentado nuevamente en el lugar donde estaba inicialmente. Se lo ve retirar el arma de la cintura y manipularla a pocos centímetros de Antonia Noemí. El enfoque de las cámaras no permite ver el momento exacto del disparo, pero sí se ve que la joven se levanta ensangrentada y desesperada buscando ayuda.  En ese momento el acusado intenta consolarla, pero al ver la gravedad de la herida, corre de nuevo a su habitación a guardar el arma, y luego vuelve a salir, la toma del brazo, la sube a un vehículo para, aparentemente, dirigirla a un hospital.

“NO QUIERO JUGAR ASÍ”

Para Antonia Noemí, las amenazas de Anderson eran un juego, sin dimensionar la gravedad de las expresiones y el accionar de su pareja sentimental.

Sus amigos, quienes estaban en videollamada con ella al momento de lo ocurrido, manifestaron que escucharon a la chica decir “pará, yo no quiero jugar así”. Seguidamente, ya se escuchó el disparo y la caída del celular de Antonia Noemí.

Uno de los testigos, declaró que ambos eran novios, y que la joven le había manifestado que su “novio es muy prepotente”, y por ello temía acabar con la relación.

PERICIA

La pericia al cuerpo arrojó como resultado que la joven recibió un disparo en la cara, desde arriba con dirección hacia abajo. La bala traspasó por el cuello, volvió a ingresar en el hombro y atravesó parte del tórax, para volver a salir. Los estudios también revelan que el cuerpo de la joven presentaba una marca de “tatuaje” en el rostro o a quemarropa, lo que da a entender que recibió el balazo con el arma pegada a su cara, aparentemente.

REVÓLVER NO SE DISPARA SIN TIRAR DEL GATILLO

El oficial del departamento de Investigaciones de la Policía Nacional, Justo Ramón Ojeda también prestó  declaración, y dijo que inicialmente, la pareja parecía estar bromeando, según el análisis que hizo al video del circuito cerrado. Asimismo, manifestó que el arma utilizada por Anderson, un revólver calibre 38, y que si bien una persona inexperta  puede ocasionar un accidente,  difícilmente se dispara de forma accidental, dado que “se debe tirar del gatillo”. “Debió tener el dedo en el gatillo y tirarlo con cierta fuerza”, añadió.

Esto ante los argumentos de la defensa  de Anderson, quienes sostienen que se trató de un disparo accidental.

“OSORO”

En su declaración, Anderson dijo que el revólver “osoro”, es decir, se disparó de manera accidental en un manoteo que hizo la ahora fallecida. Apuntó además que fue a traer el arma porque unos motochorros habían pasado por frente a la vivienda.

Insistió en que quería tomar el celular para esconder, ya que habían supuestos motoasaltantes.

FAMILIARES PIDEN JUSTICIA

Los familiares de la víctima, piden justicia para Antonia Noemí. Una de las abuelas de la víctima, Lidia Giménez, comentó que su nieta le había confiado que Anderson la amenazó, pero, según la abuela, esta lo tomó de burla. Sin embargo, la misma no fue incluida como testigo por la Fiscalía, pese a los pedidos de los familiares.

El fiscal del caso, Alberto Torres, había sido recusado por la defensa, y luego volvió a tomar el caso, lo que no le dio tiempo para realizar varias diligencias para reunir más pruebas.