Policiales y Judiciales

El vape al igual que el tabaco: un riesgo para la salud de los jóvenes

El especialista en comercio ilícito, Roberto Magno Iglesias mencionó que estos productos electrónicos, al igual que el tabaco, resultan igual de nocivos.



El uso de los cigarrillos electrónicos y vapeadores, si bien se instaló como “una alternativa” menos agresiva que el tabaco, las primeras evidencias apuntan a que este producto también afecta a la salud y puede tener graves consecuencias.

El especialista en comercio ilícito de cigarrillos, Roberto Magno Iglesias mencionó que estos productos electrónicos, al igual que el tabaco, resultan igual de nocivos para la salud.

“Aunque los estudios son incipientes aún, las primeras evidencias demuestran que pueden comprometer la salud de los consumidores, es por ello que los gobiernos y la Organización Mundial de la Salud (OMS) van tomando posiciones con respecto a los productos de vapor” indicó.

La mayoría de los vapeadores contienen nicotina, un alcaloide que produce una seria dependencia y que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, respiratorias y gastrointestinales. Es importante mencionar que la nicotina no está relacionada con el cáncer, pero sí el humo de la combustión del tabaco, ya que contiene alquitrán.

Mencionó que “antes se pensaba que el vapeador iba a ser una salida al tabaco, pero lo que se ve es que existen consumidores duales y jóvenes que, luego de probar el cigarrillo electrónico, pasan al consumo del tabaco”.

El Ministerio de Salud había advertido, en junio de 2020, que el uso de vapeador se está convirtiendo en la puerta de entrada al tabaquismo. Los jóvenes comienzan a probarlo y así van adquiriendo la adicción.

“Queremos que la población joven sepa de los efectos dañinos que también producen los dispositivos electrónicos como los vapeadores», había dicho la doctora Zunilda Palacios, directora del Programa Nacional de Control del Tabaquismo y Enfermedades Respiratorias Crónicas.

Explicó que el cigarrillo electrónico al igual que el cigarrillo convencional es altamente adictivo y riesgoso para la salud por las sustancias carcinógenas contenidas en el dispositivo, como las nitrosaminas y otros químicos como el dietilengico. Puede afectar el cerebro, así como cualquier tejido del organismo y producir trastornos y enfermedades que pueden llegar a ser letales.

Palacios adviertió que vapear, además de incidir estrechamente sobre la salud del consumir, también afecta al entono que no fuma, pero que indirectamente está inhalando el humo de estos dispositivos.

En el país, el 14,5% de la población es fumadora de productos de tabaco, mientras que la prevalencia del consumo de vapeadores asciende a 12,5%, mayoritariamente son jóvenes.

Para dejar de fumar, la neumóloga expone que no existe evidencia que los dispositivos electrónicos sean realmente efectivos para el abandono del hábito tabáquico. Recomienda a los que quieran dejar de fumar, recurrir al profesional de salud.

Espacios libres de humo

El especialista en comercio ilícito de cigarrillos, Roberto Magno Iglesias, destacó en Tribuna, programa emitido por Paraguay TV, que la legislación paraguaya, “a través del Decreto N° 4624/2020 se define muy bien que no se debe fumar en un espacio rodeado de paredes y techo, donde haya aglomeración de personas no consumidoras de tabaco y productos electrónicos”, señaló.

Paraguay es miembro del Convenio Marco para el Control del Tabaco desde 2005, pero el progreso en políticas de control de tabaco ha sido lento y esporádico, aún es necesario implementar cambios de política para alcanzar las mejores prácticas en varias medidas de MPOWER, en particular los lugares libres de humo, advertencias gráficas e impuestos al tabaco.

Las normas vigentes sobre prohibición de fumar en espacios públicos cerrados requieren ser fortalecidos con medidas administrativas para implementar y hacer cumplir efectivamente esta disposición legal, debido a la falta de recursos y de una adecuada coordinación institucional.

Agregó que esta normativa es una política del convenio marco para el control del tabaco, para proteger, tanto a los no fumadores como a los fumadores.