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Embarazo adolescente representa el 0.35% del PIB anual en Paraguay

Entre los resultados que más resaltan se encuentran que América Latina y el Caribe registra la segunda tasa más alta de embarazos adolescentes del mundo.



Argentina, Colombia, Ecuador, Guatemala, México y Paraguay son los 6 países que han realizado un análisis sobre el impacto de las consecuencias socioeconómicas del embarazo en la adolescencia bajo la metodología Milena 1.0. Hoy la Oficina de América Latina y el Caribe del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés) ha lanzado un informe regional que engloba el impacto en los seis países bajo la metodología .

El informe utiliza la metodología Milena 1.0, la cual destaca los costos sociales del embarazo adolescente para los estados y para las madres, comparando las situaciones registradas por las mujeres que fueron madres durante su adolescencia (madres tempranas), con aquellas que fueron madres entre los 20 y los 30 años (madres adultas). La comparación se centra en medir la brecha sobre cinco dimensiones: 1) los niveles educativos alcanzados, 2) la participación en el mercado de trabajo, 3) los ingresos obtenidos, 4) los costos asistenciales para el Estado relacionados con la atención de la gestación, el parto y el puerperio y 5) los impuestos directos e indirectos que pagan las mujeres.

Por otro lado, el presente informe incluye una evaluación del posible impacto de la pandemia de COVID-19 en el embarazo adolescente en la región, considerando no sólo el incremento de casos sino también los costos adicionales para los países.

Resultados alarmantes

Entre los resultados que más resaltan se encuentran que América Latina y el Caribe registra la segunda tasa más alta de embarazos adolescentes del mundo. Además, se estima que casi el 18% de los nacimientos en la región corresponden a madres menores de 20 años de edad. Solamente en 2018 se estima que, en promedio en cada país, las mujeres perdieron la posibilidad de ganar 1,242 millones de dólares más por sus pérdidas en ingresos, empleo y actividad laboral. En total, esto representa, alrededor de 0,35%  del PIB de un país latinoamericano.

Así como que las madres adultas registran tres veces más chances de obtener un título educativo terciario o universitario que las madres tempranas (18% versus 6%). Aunque se advierten diferencias importantes entre los países. Por ejemplo, esa brecha es de solo dos veces en Colombia, donde ambos grupos de mujeres alcanzan altos niveles de titulación superior (29% las madres adultas y 14% las madres tempranas) mientras que la brecha es de más de cuatro veces en Guatemala (9% las madres adultas y 2% las madres tempranas).

“Cada año, alrededor de un millón y medio de adolescentes de entre 15 y 19 años dan a luz. Esas cifras, de por sí alarmantes, se tornan más críticas al observar que muchos de estos embarazos son consecuencia de la falta de información, el limitado acceso a métodos anticonceptivos y la violencia sexual y de género. Estos embarazos, que se podrían haber evitado, se traducen en menos oportunidades”. Agregó Virginia Camacho, Asesora Técnica Regional en Salud Sexual y Reproductiva.